Un mediocre o mal Jefe arrea a sus empleados, obtiene respeto imponiéndose por jerarquía, inspira inquietud o temor, dice “yo”, dice “preséntese a tiempo”, señala la pena para la infracción, siempre “sabe” como se hacen las cosas, convierte en penoso el trabajo, suele decir “váyase de aquí” y terminar el díálogo abruptamente y su única preocupación es el objetivo que persigue.
En cambio un líder guía a sus hombres, obtiene obediencia voluntaria, inspira confianza y despierta entusiasmo, dice siempre “nosotros”, suele llegar antes que los otros, señala sólo la infracción, invierte tiempo en enseñar cómo se hacen las cosas, despierta que su gente encuentre interesante su tarea, dice “vamos” y piensa en los hombres antes que en el objetivo.
Con la formación y manera de conducir de los primeros, lo único que puede lograrse es comprar con un salario parte del tiempo de alguien, su presencia física en el lugar de trabajo y su actividad muscular.
En cambio para el lider, es natural recibir entusiasmo, lealtad y entrega de corazón, de espíritu y de alma, pero esas virtudes no se pueden comprar, hay que conquistarlas.
(Autor no conocido)
Un comentario en “Un Mediocre o Mal Jefe…”